He perdido la cuenta de la cantidad de personas que me contestan esto cuando les digo que trabajo en el mundo del vino: “Ay, a mi padre le encanta”
Es curioso que muchos asociamos la imagen de nuestro padre disfrutando de una copa de vino en una comida familiar, una Navidad, una celebración especial…
Se acerca el día del padre y nos volvemos locos al pensar en qué regalarle. Porque es como si quisiéramos devolverle todo lo que ha hecho y hace por nosotros y todo lo que se nos ocurre nos parece poco.
Además, lo material es lo menos importante. No es necesario regalarle un viaje en globo. Si todavía guarda con cariño ese portafotos que hiciste en 2º de EGB pintado con acuarela y que reza: Te quiero papá.
Ahora tienes la opción de mandarle el mismo mensaje pero en forma de botella de vino con Facewine.
Y seguro que con suerte alguna botellita la guarda como oro en paño otros 30 años más…