Se vendimió en cajas a partir de las cinco de la mañana y las uvas se protegieron con nieve carbónica para su llegada a bodega a menos de 12 °C. Tras despalillar los racimos, se encubó y homogeneizó el depósito a 7 °C. La fermentación, con levaduras autóctonas del viñedo, comenzó con sus hollejos a 14 °C durante una semana. La segunda semana de fermentación se realizó ya sin las pieles y exclusivamente con el mosto yema a 16 °C. El final de fermentación se llevó a cabo en barricas de 500 litros de roble francés durante la tercera y cuarta semana del proceso. Tras culminar la fermentación, una parte del vino (85 por ciento) permaneció durante seis meses en barricas de 500 litros en crianza con sus lías más finas y con diferentes ritmos de bazuqueos a lo largo de tiempo. El vino restante se crio en ánforas de gres durante seis meses y también con sus lías finas en suspensión. Tras esta crianza, se procedió con el coupage, se embotelló y permaneció a lo largo de seis meses en el corazón de la bodega Queirón, sita en el histórico Barrio de Bodegas de Quel.